Hojas secas.

sábado, 9 de marzo de 2013

Querida Annie:

Bueno, ¿cómo empezar? Quizás todo esto que escribo solo quede como otro recuerdo más. Otro papel manchado de tinta, como otros tantos que cada 18 de cada mes te dejo. Como verás no te olvido, al contrario, cada tacita de té inglés que me tomo por las mañanas, cada vez que suena tu canción favorita en la radio, cada vez que se me quedan los dedos arrugados por pasarme mucho rato en el agua me recuerda a ti. ¿Te acuerdas? un día me quedé dormido en la ducha y se arrugaron tanto mis dedos de las manos que me picaban, te reías tanto de mí que me contagié de tus carcajadas. 
Aún recuerdo tu risa, la tengo siempre en mi mente ¿sabes? es como si esas carcajadas fueran una canción en modo repeat continuo, siempre. 
Esa es mi canción favorita desde que te fuiste, tus carcajadas. Pero esa canción no viene sola, al contrario, viene cargada de lágrimas y muchos recuerdos. Y malditos recuerdos, son ellos los culpables de que no pueda empezar de nuevo, de que todo me recuerde a ti. 
Y creeme, siempre te he querido, hasta cuando nos enfadamos por última vez en mi casa, todo fue por mi culpa, lo siento tanto... Aún pago las consecuencias, no entiendo porque saliste corriendo de mi casa. Siempre pienso que si no te hubiera dejado marchar aún estaría abrazándote y escuchándote reír. 
Nunca lo he superado, hasta hoy, o eso creo. Voy a terapia ¿sabes?, es otra parte del precio que aún pago, no puedo seguir sin ti. Y he cambiado, hasta he empezado a salir con otra chica, un tanto extraña. Dice que le gusta hacerme feliz, que no me ponga triste nunca más. Por eso me enamora. Aunque tú siempre ocuparás un hueco en mi corazón, ella empieza a entrar en él. Annie, jamás te olvidaré, de verdad. Esta es una de las promesas que me hice cuando te fuiste para ¿siempre? y pienso cumplir. 
No quiero creer que sea para siempre 
Vivo con la esperanza de que un día tocaran mi puerta y estarás tú detrás de ella para abrazarme. 
Esta es la última carta que te dejo, hoy es otra vez 18 de mayo, nuestro aniversario. Espero que lo estés pasando bien allá arriba, y que te estén cuidando. No te olvides de mí, porque algún día estaremos juntos otra vez, mientras ese día llega, piensa que yo siempre te voy a querer como el primero, Annie. Mi último te quiero escrito, porque dentro de muchos años te lo podré decir en persona, ahí arriba. 
Te quiero mucho Annie. 
Tuyo siempre, Luca.

No hay comentarios: