Hojas secas.

viernes, 31 de agosto de 2012

Idiot.

Pasa que estás sentada en el mismo banco del parque que hace dos años. Pasa que, sin tu saberlo, alguien te esté esperando hasta las 4 de la madrugada a que te conectes, solo para preguntarte que tal te ha ido el día, y guardarse esos 'te echo de menos' que tanto desea decirte. El sabe la hora, y el rato que pasas en frente del ordenador. Pero tu sigues sentada en ese banco. Esperando que el salga de su casa, solo para verle salir y con suerte escuchar un 'hola' de su boca... ¿Pero que coño? Estas sentada para verle cruzar la calle y aunque él no se acuerde ni de tu nombre. Tu piensas que es perfecto, el es todo lo que quieres y lo que buscas. Cuando llegas a casa, solo piensas en conectarte y verle a el entre tus conectados, y ahí está. No hay nadie más con la que quieras hablar, solo con él. Pero hay otra persona, que después de haberte escrito miles de veces y de haberlo borrado otras miles se decide a envierte un 'Hola princesa, que tal te a ido?'. Al ver la pestaña con ese 1 piensas 'ya está el pesado este otra vez'. Tu solo quieres hablar con aquel imbécil que ni siquiera te saluda cuando te ve. Tu solo quieres lo que el cerebro dice, sin haber escuchado antes al corazón. Abres la pestaña de ese 'hola princesa', la vuelves a cerrar y esperas a que el otro idiota se de cuenta que estás conectada después de haber actualizado 3 millones de veces tu perfil. Nada. Se desconecta. Y tu también, diciéndote para ti misma que mañana te hablará. Que ingenua. Pero, ¿sabes quien llora al final? 

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