Hojas secas.

lunes, 17 de septiembre de 2012

La misma rutina.



R-U-T-I-N-A.
Analicemos esa palabra. Y no me refiero sintácticamente ni nada por el estilo.
La palabra rutina suena a hacer lo mismo continuamente, a despertarse y coger el mismo camino que ayer, con las mismas tostadas de siempre, la misma gente en el autobús, los mismo maestros, la misma sociedad que convive en la misma aula... Lo mismo siempre. A veces cansa. Bueno, a veces no. Cansa y punto. Pero ¿qué pasa si un día te da por pintarte un ojo y otro no? Con negro, un negro muy oscuro. Pues pasa que esa sociedad a la que llaman gente te lo dice. Pero no a la cara, a las espaldas. ¿Qué pasa si un día te da por vestirte entera de negro o de blanco? Pues que esa gente te lo dice, pero no a la cara, si no a las espaldas.
Estamos tan inmensamente preocupados de qué puedan o no decir esa gente que a veces nos olvidamos de lo principal: tu estilo. Y si nos olvidamos de eso, a lo único que conlleva olvidarlo es a seguir las famosas modas, de ''hay!, funalito lleva esas zapatillas, yo no quiero ser un bicho raro y no tenerlas''.
Odio eso. Odio a esa gente. ¿Por qué quieres llevar lo que lleven otras persona? Que cansado es eso. Más bien, podríamos llamarlo un estilo rutina.
No quiero juzgar ni criticar a nadie, solo opino.Opino que eso de seguir modas es una estupidez y odio la rutina. La odio mucho.

No hay comentarios: