Hojas secas.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Te encontré.

Querido calcetín:
Hace tiempo que te marchastes, pero yo nunca perdí la esperanza. Mi vida ha sido un auténtico calvario desde el día en que desapareciste de mi vida. Me dejaste. Nunca supe por qué, pero nunca dejé de quererte. Me obligaron a emparejarme con otros, de otros colores, texturas y tallas. Una vez, incluso con uno de color rojo con topos. No formábamos una buena pareja. Éramos opuestos. Los calcetines emparejados somos prácticamente iguales. Perdemos el sentido si nos separan. Solos, sin nuestra pareja, perdemos nuestra razón de ser, y la mayoría de las veces acabamos en la basura. Por suerte, a mí me encontró un chico al que le gusta mucho jugar con títeres. Me dio unos ojos y la posibilidad de ver. Ver más allá. Y mirando y buscando, te encontré. No sé si eres mi pareja ideal, si estaremos juntos toda la vida o si acabaremos, como tantos otros, en el cubo de la basura. Sólo sé que te quiero, y que me siento afortunado. Por fin te encontré. 

Abrázame fuerte- Lof yu. Pg. 253, 254.

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