Hojas secas.

jueves, 29 de diciembre de 2011

La vida te enseña a soñar.

Naces, no crees en nada porque desconoces todo.
Creces, empiezas a soñar y a hacerte mil y una preguntas.
Te reproduces, y te das cuenta de que los sueños nunca se cumplen.
Mueres, y te das cuenta de que sí que puedes soñar, pero sólo si abres bien los ojos.

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